Casa Urdimbre

La osteopatía es una medicina que trabaja con la fuerza de autocuración presente en cada persona.

Comenzamos la sesión con una charla en la que hago varias preguntas con el fin de ir reconstruyendo la historia clínica de la persona. Esta parte de la sesión es sumamente rica ya que vamos desentrañando el por qué de sus trabas, dolencias o molestias. En este acto de presencia mutua nos vamos acercando a la raíz del conflicto que está generando un bloqueo para que la salud, inherente a todo ser vivo, pueda manifestarse.

A continuación pasamos a los testeos osteopáticos en los que, mediante diversos contactos en quietud o en movimiento, vamos viendo cómo es la expresión del cuerpo; la intención no está puesta en encontrar “fallas” o estructuras que estén desajustadas, sino en entender cómo está organizado el sistema.

Finalmente, pasamos al tratamiento que es de carácter no invasivo, suave, preciso y profundo. Una vez terminada esa sesión, que dura (dependiendo el caso) entre 1:15 o 1:45 hs., la persona seguirá asimilando el tratamiento durante dos o tres días, ya que, al mover diversos tejidos, el cuerpo continúa solo el proceso permitiendo que la sangre lleve…

El Zen Shiatsu es una terapia de origen japonés que busca restablecer la circulación del «Ki», energía vital.

Utiliza presiones de diferentes partes del cuerpo (palmas de las manos, dedos, antebrazos, codos), hamacados, rotaciones y estiramientos. Se basa en la Medicina Tradicional China, sus líneas energéticas (meridianos) y los 5 elementos (madera, fuego, tierra, metal, agua). Las sesiones se realizan en el suelo sobre un futón.

El Zen Shiatsu intenta detectar, a partir de un método propio de diagnóstico, cuál es la necesidad más urgente del estado actual de la persona que consulta. Cualquier malestar, físico, emocional o mental, denota que la corriente de Ki o energía vital, está estancada. El terapeuta no “cura” a la persona, sino que, respetando la sabiduría del cuerpo, contribuye al restablecimiento del flujo de la energía, liberando sus bloqueos.

En el Masaje Tantra nos abrimos al encuentro, a la danza que nos propone el contacto entre un cuerpo que da masaje y otro que recibe. Se basa en un espacio para reconectar con la inteligencia corporal, que se expresa en forma de flujos de erotismo-emoción-vibración, y que, a lo largo de nuestra vida, por diferentes motivos necesitamos silenciar para sobrevivir. Así, el contacto es capaz de revelar pautas muy profundas del proceso corporal que somos.

No busca “sanar”, ni “relajar”, sino ir descubriendo juntxs cómo es habitar toda nuestra humanidad. Para el Tantra, el cuerpo siempre es sagrado, perfecto y hermoso así como es. Entonces, recibe y abraza profundamente ese cuerpo, con su biografía, sin juicio.

Al brindar un masaje, la única intención es honrar ese cuerpo con lo que trae: sentir, escuchar, acompañar. Quien recibe no tiene una actitud pasiva sino que, a su ritmo, va registrando sus manifestaciones y haciendo lugar a suspiros, llantos, risas, dolores, gemidos, respiraciones profundas, y movimientos como parte de la regulación corporal. Entre ambxs, nos entregamos a la danza del contacto con todo lo humano que vibra adentro.

No es una práctica sexual, sino una herramienta para cultivar la conexión y la intimidad consciente.

El masaje tradicional tailandés constituye un trabajo corporal ancestral y sagrado, conocido en Tailandia como nuat thai. Es una rama importante de la medicina tradicional tailandesa y reúne cualidades de disciplinas orientales como el yoga, la digitopresión y la meditación.

Se fundamenta en principios energéticos y en una concepción holística del ser humano. Su objetivo principal es restablecer la circulación de la energía vital para lograr un equilibrio físico, mental y emocional. La sesión se desarrolla de manera secuencial y dinámica, con un ritmo pausado acompañado de respiración consciente. Se realiza en un futón sobre el suelo, con ropa cómoda de algodón.

Es un trabajo corporal lento y dinámico, que implica estiramientos pasivos y compresiones estáticas utilizando manos, dedos, codos, rodillas y pies. Estas presiones y estiramientos activan el flujo de la energía vital y favorecen la autorregulación natural del cuerpo.

El masaje contribuye al buen funcionamiento del organismo, atendiendo aspectos físicos, mentales y emocionales. Es un método preventivo y curativo que mejora la movilidad, la flexibilidad y la energía vital, reduce el riesgo de lesiones y libera tensiones del estrés, armonizando los aspectos psicofísicos y sutiles del ser humano.